Hace ya bastante tiempo que vivimos esta experiencia gastronómica. Y quizás no fuera el gran banquete de nuestra vida. Pero estamos frete a una de esas veces que el trato y la maestría en la cocina de lo presentado “obligan” a dar a conocer lo vivido. Y es que viajando por La Rioja, una noche fuimos al Restaurante La Pista, en Arnedillo.
Breve explicación de cómo llegamos aquí
El viaje nació como una experiencia de enoturismo en La Rioja, que tan bien han descrito los amigos y compañeros de Destino y Sabor. Pasamos primero por Haro, luego por Navarrete, donde conocimos las Bodegas Corral y su alto en el Camino; y tras esto, viajamos a Egea, Cornago y Enciso. Aunque pasamos por Cornago, donde en otro viaje conocimos y disfrutamos de la propuesta gastronómica La Taberna de la Reyes (recomendado). Queríamos llegar cuanto antes al Barranco Perdido.
El Barranco Perdido es un parque temático, de aventuras y acuático que versa sobre los dinosaurios, que en La Rioja oriental dejaron numerosos yacimientos de ignitas, como en Soria. El caso es que para cenar, nos decantamos por ir en coche hasta Arnedillo, que no dista mucho, unos 10 minutos en coche.
Nos recomendaron este restaurante y la verdad es que hay que reconocer que fue todo un acierto. Nos pasó que tras todo un día de aquí para allá, después de ducharnos y cambiarnos de ropa, nos dejamos las carteras y el dinero en el hotel rural y solo nos dimos cuenta, cuando fuimos a pagar. ¡Horror! Pues no hubo ningún problema, aceptaron que regresáramos al día siguiente a pagar. Tan solo con nuestra palabra.
Experiencia en el Restaurante La Pista
Como os hemos indicado, nos recomendaron este lugar, y la verdad es que fue genial. Se llega relativamente rápido, aunque luego aparcar es complicado, sobre todo los fines de semana, pues es un pueblo que se llena de gente que viene a descansar o hacer vacaciones.
El restaurante está pie de la carretera nacional LR115, por lo que cuesta aparcar, aunque somos afortunados y casi siempre aparcamos a la primera y junto el destino. En esta ocasión fue de nuevo así, en una calle perpendicular a esta calle-carretera.
El restaurante se ve que ha ido prosperando, pues además de la construcción original posee una ampliación de una terraza climatizada, con neubilizador para terrazas, para el verano; y estufas de gas, para el invierno. No sabríamos decir qué se usa más. El caso es que la terraza es utilizable perfectamente durante todo el año.
La carta y el menú
Este restaurante cuenta con dos importantes elementos que lo hacen de lo más interesante. Una gran parrilla, por lo que las carnes y pescados a la brasa seguramente sean magníficos, y un horno de leña, lo que asados, pizzas y panes deben salir de maravilla. En la carta, no vamos a encontrar muchos platos, casi mejor.
Algo que no entendemos es proponer mil platos que luego no salen, eso hace que no exista una gran rotación y que no haya una cocina especializada; generalmente. Pero no es el caso. Es una carta muy ajustada, tanto como raciones como platos. Además, existe un menú del día y un menú fin de semana.
Como no teníamos mucha hambre, ya que era una cena, nos decantamos por unas raciones a compartir, y nos dejamos aconsejar por unas carnes a la parrilla de leña.
Nuestra experiencia
Como hemos dicho, tomamos varias entrantes. Entre ellos, unas Alcachofas salteadas con setas. No somos muy amigos de las alcachofas, pero reconocemos que estaban muy bien preparadas.
También pedimos unos huevos estrellados con morcilla y jamón. Un plato que sobre todo gustó a los más pequeños. Es un plato muy sencillo, fácil de disfrutar y un clásico de cualquier restaurante o bar.
Por ultimo pedimos unas croquetas de boletus, que son una de nuestras pasiones. La verdad es que nos supieron a poco dado lo buenas que estaban.
Plato principal a compartir, una carne a la parrilla
El plato “fuerte” fue una carne a la parrilla. Fue un consejo del maître del restaurante, que conoce bien su producto. Nos pedimos un entrecot a la parrilla, presentado con unas patatas fritas.
Queremos destacar algo que al menos nosotros, solemos valor, es que las patatas fritas no sea congeladas y de bolsa, si no que se ven cortadas a cuchillo. Aunque esto hace que sea un servicio ligeramente más lento, no es comparable una patata congelada a una fresca.
Y un maridaje de acompañamiento
Indudablemente, estábamos en La Rioja, el vino que nos pedimos fue un vino de la región. Un tinto crianza de la DOCa. Rioja. El Azpelicueta crianza 2015. Un vino clásico y equilibrado, perfecto para armonizar, especialmente con esta carne a la parrilla.
Sin postre, solo café
Ya os hemos comentado que no teníamos especialmente hambre, y ya que teníamos que regresar a Enciso, no nos pedimos postre; si no, unos cafés cortados y con leche. Muy típico, pero bien puestos.
Situación del Restaurante La Pista de Arnedillo
Restaurante La Pista
Av. del Cidacos, 32 (ver en un mapa independiente)
26589 Arnedillo, La Rioja
Telf.: +34 941 39 42 47
Y ya veis, qué lugar tan interesante, complementario a los que disfrutamos en la zona sur de la Rioja, todos muy recomendables. Esperamos haberos sugerido un buen lugar para disfrutar de un destino de turismo de interior, con sabor gastronómico.
Y vosotros, ¿Conocías este Restaurante La Pista de Arnedillo? ¿Cómo fue la experiencia gastronómica? Como tenemos intención de regresar a la zona, ¿podrías dejarnos en un comentario algún lugar similar para disfrutar de un buen menú gastronómico?