Restaurante Thailandés Krachai en Madrid

Restaurante Thailandés Krachai

Dado lo que nos atrae especialmente la cocina asiática, no hace mucho visitamos en Madrid el restaurante thailadés Krachai. Se trata de un restaurante elegante en el centro de Madrid cuyas líneas minimalistas se combinan con elementos clásicos de la cultura thailadesa buscando una armonía muy atractiva.

El Restaurante Thailandés Krachai

El local ya desde fuera es atractivo al contar con grandes ventanales a la calle, por lo que en días soleados entra luz natural que alegra bastante el local. Dado que no es muy grande de superficie, aprovecha la bodega del edificio, cosa muy habitual en la zona en la que está.

En la parte inferior tiene una bonita combinación de luces aunque si no fuese por algún que otro detalle aislado no se podría decir a priori en qué tipo de restaurante estamos. En principio no es algo que me agrade, pero cuando la música ambiental es música española, descoloca un poco.

Restaurante Thailandés Krachai

En cuanto al servicio, diría que no existe una homogeneidad aparente, pues igual que encontramos camareros que podía expresarse y entender perfectamente en Español, tuvimos la mala fortuna de encontrarnos con una a la que, o bien no era su día, o bien le falta experiencia comunicándose con Clientes.

La carta del Restaurante Thailandés Krachai

Tras ser atendidos muy amablemente nada más entrar al restaurante y decidirnos a comer en la planta de abajo, la camarera de mesa nos trajo la carta menú.

No tengo especial experiencia en cocina thai, pero creo que en medio de todos los platos existían platos cuyo origen no es thailandés. Nada que decir, pero cuando encontramos el epígrafe de “Agriducles”, justo después de un grupo de platos tipo “Wok”, no sabíamos exactamente si era una continuación de woks agridulces o por lo contrario eran platos cuyo ingrediente principal es la conocidísima salsa agridulce o bien querían decir otra cosa.

El caso es que consultamos a la camarera, que tan solo sabía decirnos: -“Agridulce es una salsa”-. Bueno, hasta ahí ya lo sabemos,- “Pero en qué consisten esos tres platos del menú exactamente”-. Y dale con,- “Agridulce”-.

No conseguimos saber exactamente qué querían ser esos platos.

Restaurante Thailandés Krachai

Como no teníamos especialmente hambre, pedimos dos platos a compartir, consultando si era suficiente o si era aconsejable pedir algo más, como un entrante u otro plato principal.

Nuevamente, a esta pregunta, la respuesta fue seca y sin sentido. –“Entrantes, entrantes”-. Vale, sabemos leer y hay un epígrafe que dice “Entrantes”, pero “¿puedes decirme si es suficiente?”-. Nada. La palabra que mejor define su posición fue “enrrocada”. Por tanto indicamos que nos trajera lo que habíamos pedido y que más tarde ya pediríamos más si teníamos hambre.

La respuesta fue seca, -“No, ahora”-. Pocas veces me disgusta un camarero o camarera como en esta ocasión. Directamente decidimos pedir agua para beber y si teníamos hambre, tomar el café fuera, en otro sitio y si era posible con un dulce que lo acompañase.

Despedimos a la camarera haciéndola saber que si no quería o no podía atendernos, que mejor lo hiera otro. Y ya no la volvimos a ver. Casi mejor.

Nuestro menú en el Restaurante Thailandés Krachai

Para aquellos que no lo sepan, la cocina thailandesa es famosa por ser picante, como la mayoría de las cocinas del sudeste asiático. Por ese motivo, pedimos comida que en la carta indicaba simplemente picante.

Así, llegaron casi a la vez unos nuddles salteados con verduras, setas y gambas. Riquísimos, no se puede decir otra cosa, y sin apenas hacernos esperar.

Restaurante Thailandés Krachai

Y casi en seguida, un wok de pollo de corral salteado con verduras y cacahuetes. Para completar este plato, pedimos un arroz blanco aromatizado a la lima. La verdad es que aunque bueno, fue un poco decepcionante.

Restaurante Thailandés Krachai

El Pollo no era de corral, estaba duro y no picaba nada, nada, nada. Vamos entiendo que mi gusto personal por el picante puede ser duro, incluso para mi mujer no era nada picante. Un pequeño chasco. Cierto que no preguntamos, pero cualquiera lo hace en aquellas circunstancias.

El resultado fue que efectivamente no tomamos postre allí y que pagamos por todo 34 euros para dos personas. Excesivamente caro para el servicio, la cantidad y los platos servidos.

Situación del restaurante Krachai

Restaurante Thailandés Krachai
Calle Fernando IV, 11 (ver en un mapa)
28004 – Madrid
Teléfono: 918 33 65 56

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