Hay veces que la casualidad y la suerte te sonríen; como nos pasó con esta botella. Se trata de un hallazgo fortuito haciendo limpieza en la casa vieja de un familiar,.. allí, en un armario perdido había un pequeño almacén de botellas viejas. Muchas de poco interés, pero esta botella de vino de Oporto, el Oporto Sandeman Founders Reserve, de 1958, de Bodegas Sandeman, ha sido todo un descubrimiento.
Y es que no os vamos a engañar,.. no éramos muy receptivos con los vinos de Oporto, porque tal y como os comentamos con nuestra experiencia en Vilanova di Gaia, visitando las Bodegas Porto Calem, la sensación que nos llevamos fue que no eran unos grandes vinos.
Con esta botella, nos hemos reconciliado un poco. Aunque no sabríamos decir si es por ser un grandísimo reserva, o porque esta bodega lo hace mejor, o si bien, lo que nos dieron a probar, como toda la visita, era para gente no interesada en vinos y una visita a una bodega de Oporto, es casi una obligación para el turista a esta bella ciudad, y todo vale.
Proceso de vinificación de los vinos de Oporto
Aunque ya lo hemos explicado anteriormente, vamos a realizar un resumen. La uva se produce en el Douro medio Portugues, o Douro vinhateiro, una recomendación que os hacemos si viajáis por la zona. En esta zona la uva se queda y produce los vinos de las DO. del Duero portugués, aunque una gran parte viajará hasta esta ciudad junto al mar, usando para ello antiguamente el método tradicional, que eran las barcas del Duero que vemos hoy en el puerto de Oporto.
En estas bodegas de la ribera de Vilanova di Gaia se realiza la fermentación alcohólica, aunque no llega terminarse, pues se le añade un orujo blanco, que carece de aroma, sabor u color, con lo que se corta la fermentación, quedando azúcar residual sin consumir por las levaduras. A esta mezcla, se le pone a reposar por algunos años en grandes depósitos de madera. Allí según va pasando el tiempo, los vinos de Oporto empiezan a domar su carácter.
Tras su embotellado, deben pasar un mínimo de 2 años, los más «jovencitos» para redondear las sensaciones que quiere trasmitir la bodega. Pero los grandes vinos de Oporto reposarán 5, 10, 20 o más años, los que se consideren, para obtener por maduración reductiva ese vino tan especial.
Cata del Oporto Sandeman Founders Reserve, de 1958, de Bodegas Sandeman
- Origen del vino Vino de la DOG. Porto
Variedades de uva: Desconocemos la composición de este vino.
Vinificación: Según el equivalente actual más similar, se elabora por el método tradicional de Oporto y tiene un tiempo de maduración, con un promedio de 14 años entre depósito y botella.
Características
Color amarillo ambarino, denso y de lagrimal persistente. Posee reflejos dorados y una ligerísima turbidez.
Aromáticamente es franco, en el sentido de que los aromas alcohólicos no son muy potentes, conservando mucha fruta blanca. A melocotón sobremaduro y algunos toques a especias.
En boca es muy suave y untuoso. Se le nota «pesado» en la lengua debido a la densidad, lo que hace que llene todo el paladar de un toque a fruta confitada. Muy agradable con un retrogusto ligero y sutil, que invita a dar un segundo trago.
Nuestras impresiones
Nos ha impresionado positivamente, sobre todo por el mal concepto que nos llevamos de nuestro paso por Oporto. Vinos con gran contenido de alcohol y poca fruta. Más licores que vinos. En este caso, puede que sea por la antigüedad nada común, este vino es mucho mejor de lo que habíamos tomado hasta la fecha de esta denominación de origen garantizada.
Aun así, es un vino muy dulce, imaginamos que la reducción madurativa ha concentrado los azúcares residuales haciéndolo, sin llegar a ser empalagoso, un vino sedoso y apetecible. Aunque, no es nuestro estilo, y eso lo penaliza en nuestra escala. No obstante, no sabemos si este vino, por la particular antigüedad de la botella resulta representativo de los vinos equivalentes en el mercado.
Propuestas de armonía
Y es que, este vino tiene este talón de Aquiles. Su exceso de dulzor lo hace difícil de armonizar, siendo relegado a, como mucho, dos momentos, un aperitivo con un único trago, al estilo de un chupito que acompañe a algo y se quiera buscar un contraste. O bien, donde es sin duda el rey de la fiesta, de postre, donde acompañe a un dulce. Sin duda, no lo pongáis de chupito y habéis tomado un cava seco. Arruinarías toda la armonía.
Nosotros, durante el estado de confinamiento, que fue cuando lo encontramos, no hemos podido hacer muchos postres ricos, por diversos motivos, claro está. Pero sí que hicimos para un día especial un flan de galletas, y sin ser un dulce maravillo, es fácil y rápido de hacer y combina de maravilla con este vino Oporto Founders Reserve de 1958.
Y no esperamos que alguna vez deis con un tesoro como este; esto fue mera casualidad, pero sí que os llevéis una reflexión de que lo que se prueba en las catas para turistas, no siempre es lo mejor. Y seguro que dando segundas, y a veces terceras oportunidades, a un vino, os puede sorprender gratamente.
¿Y vosotros? ¿Os gustan los vinos de Oporto? ¿Conocías esta referencia de Sandeman Founders Reserve? ¿Qué os parece? dejadnos un comentario con vuestras experiencias, seguro que son interesantes.