Como en el momento de redactar esta publicación, estamos en régimen de aislamiento, hay algunas limitaciones que hacen que no siempre se puedan realizar recetas muy elaboradas. Pero no por eso, hay que renunciar al sabor. Por esta razón, queremos endulzaros con una receta de un Flan de galletas maría, una elaboración que se hace básicamente con 3 ingredientes, aunque podéis mejorarla con algunos ligeros añadidos.
Origen de la receta de este flan
Imaginamos que, la casualidad es el origen de este flan, en algún juego de niños que hacen un “mejunje” de leche y galletas, que luego se queda ahí, porque puede resultar poco atractivo a simple vista. Pero desarrollando esta idea, se puede hacer un postre sabroso, fácil y rápido; y en situaciones como la actual, con niños en casa, hasta puede resultar divertido.
No obstante, la idea no es nuestra, si no que fue de la colega bloguera cocinera Merche Borjas, de La cocina de Merche Borjas; por lo que es a ella, a quién agradecemos la idea, aunque la hemos adaptado con ideas propias.
Ingredientes del flan con tres ingredientes
- ½ litro de leche, mejor que sea entera.
- 150 gramos de azúcar blanco.
- 100 gramos de galletas maría, aunque se pueden usar otras.
- ½ vaso de agua.
- Opcionalmente, nosotros hemos probado usando cacao en polvo, canela en rama o extracto de vainilla.
Ya veis que son ingredientes muy básicos y sencillos de tener, incluso en una situación como la actual donde puede ser complicado conseguir algunos ingredientes.
Elaboración del Flan de galletas maría
1.- Lo primero que vamos a preparar es la masa del flan. Para ello, empezamos a calentar la leche en un cazo. Nosotros hemos hecho pruebas infusionando canela, como cuando se hacen torrijas, también con cacao en polvo, y con extracto de vainilla. Todo esto es opcional. Lo que si vamos a añadir a la leche caliente, aunque sin llegar a hervir, son 90 gramos de azúcar. Ojo, si añadimos cacao, reducimos la cantidad de azúcar, porque si no quedaría excesivamente dulce.
2.- Mientras se calienta la leche, vamos a triturar las galletas. Nosotros lo hemos hecho de forma muy rápida con una picadora, pero lo podéis hacer a mano, con un mortero o como más os apetezca. Que queden trocitos más grandes tampoco es un gran problema. Aunque depende de cómo os guste la textura.
3.- Con la leche caliente azucarada, añadimos al cazo las galletas y removemos haciendo una masa uniforme, similar a esa de la que en ocasiones hacen los niños.
4.- Vamos a preparar el caramelo. Si nunca lo habéis hecho, veréis que es muy sencillo. En una sartén antiadherente, calentamos a fuego alto al principio el resto del azúcar que no hemos usado aún. Cuando empieza a derretirse, podéis bajar el fuego y remover con una cuchara de palo, para no rallar la sartén. Para este toque líquido, calentáis medio vaso de agua y lo ponéis en el fondo del molde. Podéis ya verter el caramelo, que es líquido mientras está caliente.
5.- Nosotros en ese fondo, además del agua (que hemos repartido entre todos los moldes que hemos hecho), hemos probado a poner una galleta maría entera, que luego quedara arriba.
6.- Inmediatamente después, vertemos en los moldes la masa de leche y galletas, dejando una base lo más plana posible. La textura tiene que tener fluidez en el momento de verter. Si es excesivamente espesa, añadid leche y removed con fuerza para homogenizar. El calor hará que se integre con el caramelo semilíquido.
Ya solo queda dejar que se enfrié un poco, tapar el molde con un trozo de papel de aluminio y enfriar en la nevera, al menos 6 horas. Mejor de un día para otro. Y justo deslmodar unos minutos antes de servir, como un flan convencional.
Propuesta de armonía
Este postre se puede tomar solo, o con un licor, un vino de Oporto o un vino espumoso dulce. Si os decantáis por esta última opción, estad seguros que es dulce, tal y como os explicamos en nuestra publicación sobre vinos espumosos y cavas.
En nuestro caso, tuvimos la suerte de encontrar en casa una botella regalada y más tarde heredada, de un vino de Oporto de Bodegas Sandeman de 1958 reserva. No se trata de un vino convencional, tal y como explican los amigos de Destino y Sabor sobre las características de los vinos de Oporto. Y aunque nuestra experiencia previa con estos vinos no fue especialmente positiva, este vino posee una graduación inferior, aunque sigue siendo potente, pero con mucho dulzor, lo que lo hace ideal para acompañar a un postre, a la par que lo hace digestivo.
Y ya veis que con un poco de imaginación, se pueden hacer cosas súper interesantes; como este flan de galletas maría. ¿Quién nos lo iba a decir? Pues así es.
¿Y vosotros? ¿Habéis sacado al chef que lleváis dentro durante este encierro? ¿Qué otras recetas creativas habéis desarrollado estos días? Contadnos en un comentario qué ideas habéis hecho.