Aunque hace tiempo que hicimos una primera versión de unos Spaghetti al pesto, en aquella ocasión estábamos limitados por los ingredientes disponibles. En esta publicación hemos tenido la oportunidad de contar con los ingredientes más adecuados para realizar unos verdaderos Spaghetti al pesto genovese. Veréis qué fáciles y sabrosos.
Índice de contenidos
Os dejamos aquí un pequeño índice con los principales contenidos de esta receta.
Esperamos que os sea de utilidad y os animéis a hacer esta receta en casa. Vais “a viajar” a las costas de Liguria con este plato.
Origen de la receta
Como ya os contamos en la primera aproximación a esta pasta italiana, el pesto genovés es una receta muy tradicional de la zona de Liguria, la región italiana de Génova. Lo ideal sería contar con una variedad de albahaca que se da exclusivamente en esta región, aunque esto es algo casi imposible fuera de esta región.
Inicialmente, esta salsa es una emulsión de aceite de oliva virgen extra con ajo, queso y albahaca, al que se le unen piñones. Esta combinación ya estaba presente al parecer en época del Imperio Romano, por lo que es una receta antiquísima. En sí mismo, la palabra «pesto» viene del dialecto genovés pestare, que significa machacar o moler con el mortero.
Variantes del pesto
Aunque este pesto es el más conocido, existe una versión siciliana llamada Pesto rosso que usa choras y tomate seco en lugar de albahaca, lo que proporciona ese característico color rojo.
Ingredientes para hacer esta pasta al pesto genovés
Vamos a necesitar los siguientes ingredientes:
- Albahaca fresca, a ser posible de la variedad de Génova, pero no es imprescindible.
- Almendras naturales.
- Piñones.
- Queso de leche de oveja, un pecorino.
- Queso de leche de vaca curado, tipo grana padano o parmesano.
- 1 o 2 dientes de ajo, al que le quitamos el corazón para que no pique.
- Sal gorda marina.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Especias varias al gusto, albahaca seca, perejil, orégano o pimienta negra (opcionales).
Cómo preparar unos Spaghetti al pesto genovese
Al igual que hicimos en la primera versión, vamos a usar la tecnología para hacerlo más rápido, usando un procesador de alimentos; el vaso de picar de nuestra batidora, siempre a baja velocidad.
1.- Vamos a lavar las hojas de albahaca fresca, sobre todo si vienen directamente de vuestra planta de albahaca. Te dejamos aquí un link de cómo cuidar y cultivar albahaca. Siempre será mejor y más fresca que la comprada, aunque si no tienes mano otras opciones, es válida.
2.- En paralelo, preparamos el ajo, os sugerimos cortarlos a la mitad y sacarle el corazón del diente de ajo, porque puede ser muy fuerte y anular todo el sabor de la albahaca. Un poco de sabor está bien, pero no todo.
3.- En una sartén, vamos a tostar unos piñones. Sin ser imprescindible, le da un toque más potente a la salsa.
4.- Ahora sí, en el vaso de la picadora, introducimos la albahaca, los piñones, el ajo, y si queréis, algunas especias al guste (o ninguna). Un toque muy bueno es añadir un puñadito de sal gorda y aceite de oliva virgen extra. Vamos a picar estos ingredientes, en pequeños “golpes de gatillo”, a alta velocidad, para que no se genere excesivo calor.
5.- Ahora sí, añadiremos los quesos en polvo o rallados. Aunque no lo hemos dicho, lo habíamos preparado previamente para que el resultado final fuera más fino.
6.- Poco a poco, vamos a ir creando una pasta de color verde claro, más o menos homogénea, podemos poner en un bol independiente. Si está muy sólida o seca, podéis mejorar la textura con un poco más de aceite de oliva virgen extra. Ahora si vamos a disfrutar de un aroma fresco a albahaca.
7.- En este momento, ya se podría usar esta salsa al pesto, pero si podéis, dejarla reposar unos minutos tapada en frigorífico, para que se integren un poco más los sabores.
Truco: terminar de preparar la salsa al pesto
A esta salsa, solo le falta integrarse con la pasta, en nuestro caso, unos spaghetti. Tal y como os contamos en nuestra publicación de trucos para hacer la pasta al estilo italiano, coceremos la pasta en agua con sal, y si queréis algo de caldo hecho con restos de verduras.
Esta pasta, la dejaremos un par de minutos menos de los que indique el fabricante, para terminar de hacerla junto a la salsa. Y esa agua de cocer la pasta, nos reservamos una taza para ayudar a integrar salsa y pasta en una sartén.
8.- Ya solo queda integrar la salsa con esa agua caliente de cocer la pasta y la salsa. Lo mezclamos con cariño a fuego bajo, justo para que se unan los sabores.
Y ya solo queda servir estos spaghetti al pesto genovese en un plato hondo, que conserva mejor el calor. Podéis dejar queso pecorino romano junto a la pasta, para que, si alguien quiere, lo añada. Y decoramos con unas hojitas de albahaca fresca.
Propuesta de armonía
Estos Spaghetti al pesto genovese son un plato con un toque fresco, ligeramente picante debido a la sal del queso y la sal gorda. Es bastante potente, así que la armonía perfecta es un vino con cierta potencia que equilibre y balancee este alimento, como un vino tinto con una crianza media.
En esta ocasión, disfrutamos de estos Spaghetti al pesto genovese con un vino blanco bastante curioso, porque estaba elaborado con la variedad Doña Blanca y una crianza en barrica de roble, y luego mucha botella, lo que redondeaba muy bien a este vino. Se trató del Gorvia de Bodegas Quinta da Muradellas. No obstante, un vino como el Bajoz tempranillo joven que catamos recientemente le iría igualmente bien.
Video receta de Spaghetti al pesto genovese
Y como una imagen vale más que mil palabras, os dejamos este vídeo que resumen rápidamente los ingredientes y los pasos seguidos para preparar esta pasta italiana tan deliciosa.
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Y ahora es tu turno, ¿Qué te parece esta receta? ¿Ya la habías probado alguna vez? Cuéntanos cómo te gusta la pasta, por ejemplo, estos spaghetti al pesto genovese, te parecen sabrosos.
En los ingredientes del pesto pone almendras, de las que luego no se vuelve a hablar. Intuyo que se puede hacer con piñones o almendras?? Yo la he hecho con almendras, que sale más barato , y está muy bueno.
Efectivamente. Se pueden usar indistintamente. Es más fino el sabor del piñón, pero es cierto que se ha puesto muy caro. Aunque entre uno y otro, elige siempre el que más te guste.