¿Cuántas veces llega la hora de la comida, o de la cena, y no te apetece complicarte la vida en la cocina? Pues muchas, hasta para los que nos gusta cocinar. Para esas ocasiones un plato de Angulillas, o Gulas, ya que es una solución muy socorrida y rápida de preparar, para que no pierdas tiempo en la cocina.
Que algo sea rápido y sencillo de preparar no debe significar que no esté rico. Vamos a proponerte esta receta con la que disfrutaras de todas las ventajas de una cocina limpia, rápida y sabrosa. ¿Quieres más?
¿Qué son las gulas?
Pues es un derivado de pescado obtenido mediante la técnica de surimi. El surimi lo inventaron hace 12 siglos los japoneses para consumir pescado de escaso sabor. Lo trituraban, tradicionalmente mediante cuchillos, aunque desde 1960 usando métodos industriales, y luego lo compactaban con clara de huevo y otros productos aglutinantes naturales.
Con el incremento del coste de las originales angulas, crías de las anguilas, el coste se disparó a primeros de los años 80’s. La empresa española Anguilas Aguinaga diseño este sucedáneo usando la técnica del surimi y le dio el nombre de “Gula del Norte”. También se las llama popularmente angulillas, por ser una versión barata de las angulas.
Origen de la receta
Este pescado, pura proteína sin apenas grasas ni azúcares, posee un sabor bastante similar a las angulas originales, por lo que se empezaron a cocinar de la misma forma.
Dado que las angulas sobre todo se dan en el mar cantábrico, pertenecen a la gastronomía tradicional tanto de Asturias, Cantabria como el País Vasco. En algunas partes cantábricas del sur de Francia también se da.
Ya sea con angulas, o como con gulas, la forma más habitual de preparar la usaba elementos simples pero sabrosos, como el ajo y el picante. Y es la versión que vamos a usar; Pero es un ingrediente muy versatil para ser tanto el protagonista como un acompañante.
Ingredientes para preparar unas angulillas
· 1 ó 2 paquetes de angulillas congeladas. · Varios dientes de ajo. · 2 guindillas cayenas. · Aceite de oliva extra virgen. · Una pizca de sal. · Opcional: Especias, si te gustan. · Opcional: Surimi de cangrejo (palitos de cangrejo) |
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Cómo se preparan unas agulillas
1.- La receta es sumamente sencilla de preparar. Primero descongelamos los paquetes de angulillas o gulas. Cuanto menos agua aportemos mejor, puesto que lo único que haríamos es cocer los alimentos, cuando los queremos fritos.
2.- Mientras se descongela, vamos a laminar 2 ó 3 dientes de ajo. Esto va a gustos y depende de cuan grandes sean estos. Tiene que haber sabor, pero no apestar.
3.- Picaremos en trozos pequeños las guindillas, especialmente si son grandes. Si son de las pequeñas, mejor ponemos varias desechas y una entera. ¡Va con sorpresa para quién le toque!
4.- En una sartén, ponemos el aceite de oliva extra virgen a calentar.
5.- Cuando esté caliente el aceite, añadimos los ajos para que se doren un poco. Cuidado, porque no queremos que se quemen. Esto puede llevarte como un minuto, minuto y medio, así que vigilarlo.
6.- Cuando veamos que ya es empiezan a dorar las láminas de ajo, añadimos la guindilla picante. Al añadirla en este momento, conseguimos que el aceite adquiera este sabor alegre.
7.- Antes de que se pase de calor, ya podemos añadir las angulillas. Removeremos para que las láminas de ajo y el picante se mezcle con los trozos de pescado.
8.- Opcionalmente puede descongelar también otro surimi, en nuestro caso, palitos de cangrejo y darlos un golpe de calor justo antes de servir. También es en este momento cuando puedes añadir alguna especie que te guste.
9.- Tras un minuto, o menos, podríamos servir. La presentación más atractiva es una bandeja de barro. Pero estos cacharros deben estar calientes, puesto que si no, enfriarían la comida y la estropearían parcialemente.
Nota:
Si como nosotros, usas vitrocerámicas de inducción, seguramente el barro no lo podrás usar. Una opción es calentarlo previamente al horno, pero otra solución que aplicamos nosotros es usar una sartén amplia; Mientras se hacen estas angulillas, la cazuela de barro está dentro de la otra sartén, calentándose.
Luego, con precaución para no quemarse, pasamos de la sartén original a esta cazuela. El resultado queda expectacular.
Propuesta de maridaje
Pues es un plato, que como has visto, es muy sencillo de preparar y además alegrillo. Por eso, te vamos a recomendar un vino afrutado y fresquito. Desde cualquier ribeiro, txacolí o verdejo. O bien como pudimos hacer nosotros, con este vino blanco italiano Arte Liquida Bianco, de Azienda Monte Chiaro, Terre della Grigia.
¿Fácil? ¿Divertido? ¡A qué sí! Esta receta si no te pasas de picante la puedes hacer junto con los más peques de la casa, puesto que no acarrea ni problemas ni dificultad. Además de tener un gran sabor.
Es un entrante ideal para una cena, por ejemplo. Ahora, por qué no pruebas a hacerlas y nos dejas un comentario con tu experiencia. O bien, si conoces otras formas de prepararlas, que las hay, de prepararlas; compártelas con todos nosotros.