Recientemente hemos podido disfrutar de la experiencia de conocer mucho más afondo los vinos de Bodegueros Quinta Esencia. Y no es que no los conociéramos previamente, ya que es una bodega de la que nos declaramos fans incondicionales, pero tuvimos la oportunidad de catarlos junto a uno de los miembros de dicha bodega.
Un gran proyecto personal
La historia de este proyecto enológico surgió casi de casualidad, cuando sus dos socios coincidieron en una gasolinera. Ramiro Carbajo, enólogo profesional con una dilatada carrera profesional y Florentino Ferrín. vinicultor autodidacta se lanzaron junto a otros tres personas más a crear un proyecto enológico diferente y original.
De ahí vendría el nombre de 5 entusiastas del vino; de los que actualmente solo quedan dos, pero que mantienen esa denominación de Quinta Esencia.
Sin bodega propia, pero con mucho buen hacer
El proyecto arrancó en 2006; y desde entonces siguen sin tener unas instalaciones fijas, por lo que han tenido que alquilar diferentes espacios en otras bodegas en el entorno de Toro una de las zonas vitivinícolas más interesantes de los últimos tiempos.
Si bien durante muchos años estuvieron en bodegas Estancia Piedra, actualmente usan las instalaciones de Bodegas Valbusenda, un complejo hotelero y bodeguero de renombre también muy próxima a Toro.
Dentro de estas instalaciones, aunque comparten algunas instalaciones de elaboración, la crianza la realizan en sus propias barricas, donde además de los vinos para comercializar, experimentan e innovan.
Enoturismo y degustaciones
Bodegueros Quinta Esencia al no poseer instalaciones propias no efectúa enoturismo como tal, no obstante, las instalaciones donde están pueden ser visitadas, pero de la mano del personal de Bodegas Valbusenda. Estas instalaciones como hemos dicho son muy interesantes.
Hace tiempo nosotros mismos estuvimos alojados en este Hotel Valbusenda 5*, disfrutando de su Spa, en una experiencia enmarcada en la Ruta del Vino de Toro. Totalmente recomendable. Además, podéis conocer la bodega, degustar sus vinos y disfrutar de un paseo por su jardín ampelográfico con más de 250 variedades de uvas diferentes traídas de prácticamente todo el planeta.
No obstante, el equipo de Bodegueros Quinta Esencia está abierto a degustaciones de sus vinos para profesionales, comunicadores o winelovers.
Bodegueros Quinta Esencia
Como comunicadores del vino y la gastronomía, concertamos una degustación para además de conocer los vinos de Bodegueros Quinta Esencia, conocerlos en persona y descubrir parte de la magia de estos vinos, que han logrado colarse en nuestro Top de vinos en varias añadas.
En este encuentro, en las instalaciones de la Bodega Valbusenda, nos encontramos con Javier Reboyo, otro winelover de Zamora. Junto a Florentino Ferrin, disfrutamos de una tarde agradable y provechosa donde aprendimos mucho.
No obstante, como ya os hemos indicado, ya conocíamos los vinos de Bodegueros Quinta Esencia. Nos encanta el Sofros Quinta Esencia, el crianza 2012 de la DO. Toro y el crianza 2013.
Visitando la bodega
Enoturisticamente, la bodega Valbusenda ya la conocíamos. Es una bodega moderna y funcional, donde se también se ha tenido en cuenta la estética para hacer un pequeño templo del vino. Allí, sobre todo destaca la zona de las barricas y toneles para la crianza de los vinos de Bodegueros Quinta Esencia.
Lo que más nos llamó la atención fueron las pruebas que están realizando con barricas de roble español, una madera difícil de encontrar dentro de este sector. Los aromas que encontramos fueron toques más clorofílicos. Será interesante saber qué resultado finalmente dan al vino.
Catando los vinos de Bodegueros Quinta Esencia
Tras recorrer las instalaciones de Valbusenda, nos fuimos a una zona donde a Ferrin le gusta realizar las catas, en un lugar amplio y con unas vistas magníficas. Allí catamos cuatro elaboraciones comerciales, y un vino experimental de variedad Albillo Real con una crianza prolongada.
Estos vinos son muy recomendables en casi cualquier ocasión.
Silbón Verdejo 2020
Presienta un color amarillo manzana, es decir más potente que el clásico verdejo; pero cuidado, porque no se trata de una oxidación. Lo destaca es un lagrimal muy intenso.
En nariz es potente, con una fruta fresca de hueso madura; albaricoque. Se nota la variedad por la capa final de hinojo.
En boca es denso, sedoso… de paso agradable y que pide más. En boca sale vainilla, aunque sin llegar a ser dulce. Con una acidez perfecta, la amargura típica solo aparece después. ¡Super interesante!
Es un vino blanco perfecto para muchas ocasiones, pues resulta muy gastronómico.
Sin duda va mucho más allá de los “verdejitos” del año a los que el mercado nos ha acostumbrado.
Silbón roble Tinta de Toro 2019
Visualmente posee un poderoso color rojo rubí, de lagrimal intenso y corona violácea.
Es de aromas intensos a frutos rojos, aunque con una evolución a muchos matices… café, cuero, especias…
En boca es sedoso, bien de acidez. Paso largo. Fruta roja bien integrada con la madera. El retrogusto largo, aunque no tiene ese pico inicial tan marcado… persiste y se pega al paladar gracias a una astringencia bien domada.
Es un vino todo terreno ideal para muchas ocasiones, aunque su punto fuerte es ser un vino para tapear de calidad.
Un vino de tapeo o de cóctel muy interesante.
Sofros crianza 2015
Presenta un precioso color rojo granate muy intenso, con ribete ligeramente anaranjado con brillos purpurados.
En nariz es agradable, con fruta madura muy presente, aunque al abrirse empiezan a aparecer toques especiados con mucha evolución.
En boca es muy «redondo». Un gran equilibrio entre la pastosidad del tanino típico de Toro, y la frescura de la fruta. El trago es largo y persistente, y el postgusto muy agradable. ¡Un vinazo!!!
Para nosotros este es el buque insignia de esta bodega y lo más recomendable. Como buen tinto de Toro, precisa de de airearse para sacarle el máximo potencial.
Estamos enamorados de este vino, para nosotros de lo mejor que se elabora en la DO. Toro, donde hay otros tantos vinos súper atractivos. De los pocos que hemos premiado con la puntuación máxima.
Sofros crianza P&M 2016
Es de color rojo picota, lagrimal intenso, preciosos brillos violáceos y una capa alta que tinta la copa durante unos segundos.
Aromas a fruta negra, pero con mucha evolución a lo largo del tiempo. Torrefactos, cueros, tabaco…
En boca es sedoso, paso fácil y con mucha frescura. Un tanino pulido, pero con una astringencia que se pega al paladar alargando el postgusto.
Dentro de ser un vino muy interesante y recomendable, no nos terminó de enamorar como esperábamos.
Se trata del hermano mayor del Sofros Quinta Esencia, y aunque es un vino muy bien hecho, ha pasado mucho más tiempo en barrica, además de ser de una añada posterior, por tanto, reconociendo que está bien hecho y que tiene mucho potencial, a este vino le falta tiempo de redondeo en botella para afinarlo del todo.
Sin duda, la experiencia catando los vinos de Bodegueros Quinta Esencia fue una tarde memorable, donde todos los vinos resultaron espectaculares. Sin duda unas maravillas embotelladas, la quinta esencia del vino, que respetando el indómito carácter de los vinos de Toro, han limado las asperezas que al mercado del vino no le gustaba tradicionalmente.
¿Y vosotros? ¿Conocías los vinos de Bodegueros Quinta Esencia? ¿Qué os parecen los vinos de la DO. Toro actuales? Comentadnos que otros vinos de esta zona nos sugerirías conocer dejándonos un comentario.
