Volvemos a preparar una vez más, unas croquetas caseras variadas. En esta ocasión, las hicimos para un encuentro con unos compañeros bloggers, donde participamos en una especie de Potluck. Para esta ocasión, preparamos dos variedades al mismo tiempo; Croquetas caseras variadas; de jamón, unas clásicas, y otras, croquetas de chorizo con champiñones, algo más innovadoras.
Origen de la receta
Las croquetas son un plato de toda la vida. Estaban asociadas a la llamada cocina de aprovechamiento; puesto que en la base, se utilizaban sobras que hubieran por la cocina.
Aunque como ya os contamos la primera vez que hicimos croquetas caseras; la bechamelle se utilizaba como aglutinante. No obstante, y hasta donde conocemos, la versión de la croqueta moderna es española y termina influyendo en la cocina de napolitana y holandesa.
Ingredientes para las croquetas caseras variadas
| · 200 gramos de jamón serrano. · 100 gramos de chorizo fresco picante. · 100 gramos de champiñones frescos. · 2 cebollas grandes. · 2 o 3 cucharadas soperas de harina de trigo. · 750 ml. de leche entera fría. · 3 huevos frescos. · Pan rallado; puede ser mezclado con ajo y perejil. · Aceite de oliva virgen extra. · sal. |
Cómo elaborar unas croquetas caseras variadas
1.- Lo primero que vamos a hacer es picar lo más fino posible los ingredientes principales. Tradicionalmente usamos chuchillo y tabla de cortar; pero esto no asegura homogeneidad en los trozos, ni que estén bien cortados. Nosotros acabamos de descubrir el uso de la picadora asociada al minipimer.
2.- Picando bien todos los ingredientes, hay quien aconseja picar un par de dientes de ajo, aunque no entendemos la causa.
3.- Vamos a pochar la cebolla, y el ajo si finalmente te decantas por él, en dos sartenes. En cada una haremos una variedad diferente. Sería posible tener varias, porque el trabajo es similar y se hacen casi a la vez.
4.- Cuando están bien pochadas, añadiremos el ingrediente que dará sabor y “tropezón” a la croqueta casera. En este caso el jamón y el chorizo con champiñones. También los vamos saltear para que no estén crudos, aunque al estar bien picados, se hacen antes.
5.- Y al ver que están bien salteados, podríamos añadir un poco de sal, a gusto; y luego unas cucharadas de harina. Esta la removeremos bien para “trabajarla”. No os preocupéis porque os queden pastosas o con grumos. Se disolverán más tarde.
6.- Si ya no veis nada de harina blanca, es que ya se ha integrado, podréis ir añadiendo leche entera, porque tiene más grasa y aglutina mejor, poco a poco. Ojo, qué esté fría. Y llegado este punto solo queda trabajar la masa hasta que empiece a homogeneizarse y se despegue de las sartenes.
7.- Este es el punto exacto. La masa es flexible y densa. Muy homogénea. Está lista, pero no puede trabajarse porque está muy caliente. Fácil, se pasa a un plato y se deja enfriar. Para que no se cree una capa dura, podéis poner film transparente pegado a la masa y meter al frigorífico. Así además, tampoco se generará vapor de agua.
8.- Ya tenemos la masa lista. Nos queda que tengan el toque final crujiente. Para ello, preparamos unos huevos batidos, pan rallado y daremos forma a las mismas. La forma la podéis hacer usando un par de cucharas, de esa forma siempre cogeréis una cantidad de masa similar y os quedaran más o menos iguales de tamaño.
9.- Hacemos las croquetas haciendo trozos similares, los pasamos por huevo batido y los rebozamos por pan rallado. Hemos oído que gente las pasa antes del huevo por harina, pero no creemos que sea necesario y lo único que hacemos es añadir calorías.
10.- Las iremos amontonando, dejándolas listas para freír. Para ello en una sartén con bien de aceite caliente, en este caso valdría de girasol que adquiere mayor temperatura, las iremos friendo por todos lados. Si dispones de una freidora, te quedará una fritura más homogénea y es más fácil que se desprenda en aceite sobrante.
Ahora es muy simple, según las vamos friendo, las podéis poner en una bandeja. Se pueden acompañar de una salsa de tomate frito, aunque no es imprescindible.
Propuesta de maridaje
Las croquetas, si son caseras y están buenas, se armonizan con cualquier cosa y quedan de maravilla. En este caso es el tropezón elegido igual el que “limita”. En este caso, como nuestras Croquetas caseras variadas son con chorizo y setas, y jamón, perfectamente podrías maridarlas con un vino tinto o un rosado.
Cómo has podido ver, aunque laboriosas, unas Croquetas caseras variadas no son difíciles de preparar. Tan solo un poco de paciencia y buenos ingredientes de relleno. ¿Cuáles son tus croquetas favoritas? ¿En casa las preparáis de alguna otra forma? Cuéntanoslo en un comentario.
