Rectificar es de sabios, y eso tenemos que hacer con nuestro concepto sobre los vinos de La Rioja. Si bien durante años fueron los propietarios del pódium de los vinos, esa posición fue decayendo, en nuestra opinión por otras denominaciones de origen más dinámicas y a que el buen nombre no te perpetúa en lo más alto para siempre. Esto lo han entendido varias bodegas, que han regresado a la esencia del vino para sacar lo mejor de la uva y recuperar el prestigio ganado. Un ejemplo lo encontramos en este Monte Real reserva 2015 de Bodegas Riojanas.
Evolucionarse o morir
Hace unos años que venimos observando esta evolución dentro del mundo del vino, sobre todo centrada en las grandes bodegas, y por consiguiente, irán «arrastrando» a las bodegas más conservadoras.
Como vimos hace unos meses en La Seca, la innovación, con una vuelta a los orígenes está siendo la tónica general de un mundo en el que la diferenciación es la base del éxito. Se está buscando más la fruta y los toques propios de la uva, y menos las complejidades de la madera. Seamos sinceros, la madera es un perfecto aliado para ocultar fallos en el vino.
Siempre hemos tenido un concepto de que la DOCa. Rioja era una denominación muy tradicional, muy basada en elaboraciones muy largas, muy estructuradas, donde la madera eclipsaba totalmente la fruta, pero estamos comprobando como cada vez más bodegas, como Bodegas Riojanas y otras muchas que ya hemos referenciado en este gastroblog, Bodegas Santalbo, Bodegas Corral, Bodegas Faustino, Bodegas Viña Pomal,.. están evolucionando.
La esencia del vino, más fruta y menos madera
Esta no deja de ser una opinión muy personal, compartida con otros muchos y opuesta a otros tantos, pero un vino posee su esencia en la fruta. Luego podemos (y debemos) darle lustro con una madera bien trabaja, pero nunca haciéndole sombra a la fruta.
Sin duda el cliente es soberano y decide qué vinos comprar. Entre las diferencias de precios de vinos de larga guarda y vinos con algo de crianza, y las sensaciones trasmitidas entre unos vinos y otros; parece que el público está redescubriendo el frescor de los vinos.
Ojo, no estamos indicando que hay que eliminar crianza en barrica prolongada, pues seguro que hay consumidores que aprecian esto y tienen el mismo derecho a seguir disfrutando de vinos de esta forma, pero el mercado está exigiendo más variedad y sobre todo, más adaptada al gusto de cada uno.
Bodegas Riojanas
No os vamos a hablar mucho sobre estas Bodegas Riojanas, pues hasta para nosotros son un tanto desconocidas, no se puede estar en todas partes. Simplemente os daremos algunas pinceladas sobre una bodega clásica en el panorama de las grandes bodegas de la DOCa. Rioja.
Estas bodegas llevan elaborando vinos desde 1890. Como casi todas las grandes bodegas, nace de la dedicación de una familia, en este caso la familia Artacho. El conocimiento y la constancia hacen que esta bodega empiece a recibir premios por sus vinos ya en 1888, con motivo de la Exposición Universal de Barcelona.
Estas bodegas ya pasan a ser reconocidas como una de las grandes bodegas del mundo, con vinos de calidad premium, ensamblando vinos producidos con las variedades Tempranillo, Mazuelo y Graciano, variedades autóctonas de la zona de La Rioja.
Impresiones del tinto Monte Real reserva 2015 de Bodegas Riojanas
- Variedad de uva: Monovarietal de uva tempranillo.
Origen del vino: Vino tinto amparado por la DOCa. Rioja.
Vinificación: Crianza de 24 a 30 meses en barricas de roble americano realizándose los oportunos trasiegos.
Características del vino
Se trata de un vino que bebe de la tradición de la DOCa. Rioja, con unos intensos colores rojos cerezas y ribetes color teja en la corona y lagrimal denso. Posee una capa media, media baja, debido a la crianza.
Aromáticamente la fruta pese a la crianza tan prolongada no ha desaparecido estando bastante presente, si bien encontramos frutos negros maduros, como ciruelas, al abrirse la madera empieza a notarse aunque sin llegar a tapar la fruta.
En boca es sedoso, de paso fácil. Fruta madura. Bastante astringente, pero sin resultar áspero al paladar, lo que prolonga el gusto. Posee un retronasal muy potente. Es un vino maduro, bien equilibrado entre sutiles toques de fruta, ahumados y especias.
Nuestras impresiones
No vamos a negar que este vino nos ha gustado, mucho; aunque sin llegar a entrar en el Olimpo de los vinos. Está muy bien ensamblado, resulta fácil de tomar. Es fresco y ligeramente dulce, aunque con una presencia de especias y ahumados que van ganando presencia según se va consumiendo. No llegan a eclipsar la acidez, pero la matizan bastante bien.
Es un vino potente y está a medio camino entre los vinos donde la fruta es «la reina» y los vinos clásicos y muy estructurados tradicionales, en un híbrido que puede gustar a muchos paladares. Tiene cuerpo y hace salivar, por lo que va precisar una buena armonía para dar todo lo que atesora este vino.
Propuesta de armonía
Este vino no es quizás el más indicado para salir «de vinos», al menos cuando se podía. Es un vino a medio camino entre la seriedad de los «momentos solemnes» y un «momento distendido». Esto puede ser un problema o una bendición, pues sin destacar en ninguno, le da versatilidad. Pues un vino es lo que es, su entorno y el momento de quién lo toma. En este caso, una buena armonía estaría con degustaciones de platos asados o guisados en salsas de carnes rojas o quesos de sabores potentes. Pero, es que estamos hablando de un reserva.
Este vino tan potente lo tomamos con un asado de cordero casero, siguiendo el estilo de Aranda de Duero, tal y como nos enseñaron los amigos de Destino Castilla y León. Aun siendo una carne blanca, la combinación de sabores fue extraordinaria entre este vino y el lechazo.
¿Y vosotros? ¿Habías catado alguna vez este vino tinto Monte Real reserva 2015 de Bodegas Riojanas? ¿Habéis notado como nosotros esta evolución de vinos con crianza, pero con cada vez más fruta? Compartid vuestras experiencias dejándonos un comentario, siempre son edificantes.