Recientemente nos acordamos de los buenos momentos que pasamos hace ya bastantes años, en una sidrería de nuestra ciudad. Allí nos enseñaron a escanciar sidra natural, técnica que llegamos a dominar muy bien. Pero no solo era beber sidra, también disfrutábamos de tapitas variadas típicas de Asturias. Una de estas especialidades eran estas patatines al cabrales. Básicamente son una versión de unas patatas con salsa de queso, pero donde la sidra y el queso de cabrales son los protagonistas.
Origen de la receta
Identificar el origen es relativamente fácil, en los Picos de Europa, en su vertiente asturiana, el Valle de Cabrales. No obstante, el queso de Cabrales es un queso azul, como lo son los famosos Gorgonzola en Italia o el archiconocido Roquefort de Francia. Incluso en España, hay también un homólogo en la vertiente castellano y leonesa de los Picos de Europa, elaborado en el valle de Valdeón; de igual sabor, y lo que peor, igual olor.
Ahora sí, sin bromas, los quesos azules son más habituales de lo que mucha gente cree y con bastantes más adeptos. Aunque es un tipo de queso que no deja indiferente por ser muy fuertes. O los amas, o los odias.
Para esta receta usaremos el Cabrales, al que vamos a suavizar ligeramente con la acidez de una sidra natural. Y aunque de nuevo, la sidra no es un producto exclusivo de Asturias, para este plato vamos a usar ambos de origen asturiano; Sidra y queso cabrales.
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Pasos para elaborar estos patatines al cabrales
1.- Vamos lo primero a pelar las patatas y las trocearemos. Dado que las patatas tienen formas irregulares, sugerimos que no sean directamente regulares a la hora de trocearlas;
2.- Vamos a freír las patatas en abundante aceite de oliva virgen. Le podemos añadir una pizca de sal, aunque no somos muy partidarios hacerlo en este momento, porque así podemos corregir más adelante entre la salsa de cabrales y las propias patatas.
3.- La Salsa de Cabrales la haremos cociendo primero en una sartén aparte la nata de cocinar con unas gotas de aceite de oliva virgen. También se puede usar mantequilla como sustituto al aceite, pero a nosotros nos gusta más así.
4.- Cortamos las cuñas de queso cabrales en trozos más pequeños y se los vamos agregando a la nata en ebullición. Al principio no se disolverán, no pasa nada, poco a poco, removiendo y con el calor verás cómo va quedando ligeramente pastoso.
5.- Ahora añadimos un vaso de sidra natural o vaso y medio. Esto ayudará a que se disuelva aún más y que la salsa sea mucho más ligera. Tendremos que remover para que se evapore y se consuma el alcohol.
6.- Y ya está sacamos las patatas del aceite caliente cuando estén fritas, depositándolas en un papel absorbente o dejando que escurra bien el aceite y las podemos emplatar. Las salamos ligeramente y añadimos un poco de la salsa cubriéndolas por encima. Lo que nos sobre de salsa lo podemos poner aparta, para quien quiera más, pueda servirse a gusto.
Propuesta de maridaje
Para estos patatines al cabrales es realmente fácil de decidir cuál es el maridaje perfecto. En esta ocasión el resto de la sidra natural que no hemos usado en la salsa.
No obstante, si te gusta el vino, un vino fresquito y afrutado, como puede ser un rosado de la DO. Cigales, un blanco de la DO. Bierzo de la variedad godello, o un blanco verdejo de la DO. Rueda. Y algo más trasgresor, un Chacolí; que al tener un toque ligeramente salado puede ir muy bien.
De esta receta, además te puedes quedar con la idea para acompañar un solomillo, siendo típico plato “Solomillo al Roquefort”. Tan solo deberías cambiar de queso, o mejor aún usar un queso azul español.
Y a tí, ¿Cómo te gusta preparar una salsa de queso? ¿Utilizarias un queso azul? Comparte con nosotros tus experiencias dejándonos un comentario