Esta entrada, que en su momento procedía de nuestro gastroblog original, la hemos revisado y mejorado, puesto que no terminaba de gustarnos. Por este motivo, queremos ofreceros esta nueva versión de Tiramisù.
Origen de este postre
Según nos contaron en Italia, el tiramisú, actualmente uno de los iconos de la gastronomía italiana, tiene un origen bastante canalla. Parece ser que al norte de Italia, existía un empresario que poseía restaurantes y burdeles. Esta persona, ideó un plato que ofrecer a sus clientes del burdel para animarles el cuerpo de nuevo.
La idea era combinar ingredientes sabrosos y muy energéticos para relanzar el vigor. Así juntó huevos, azúcar, cacao, algo de alcohol. Como la idea fue calando, probó a poner este dulce en la carta de sus restaurantes. Tanto triunfó, que poco a poco fue haciéndose muy popular.
Así que, aunque a alguno se ruborice, el Tiramisú, es un postre de los más canalla. 😉 Y ahora, pasemos a la receta!
Ingredientes para preparar nuestro Tiramisú
• 8 huevos. • 600 gramos de queso mascarpone. (3 tarrinas). • Un paquete de bizcochos de soletilla. • Un paquete de sobaos pasiego (cambio original nuestro). • Azúcar. • Bebida alcohólica dulce (nos gusta utilizar ron miel) • Café solo. • Cacao o chocolate en polvo. |
Cómo se prepara un Tiramisú
1.- Lo primero es preparar una buen café solo, lo usaremos en la base del tiramisù. Adelantamos este punto, porque si como nosotros, usais una cafetera moka os llevará un tiempo.
2.- Preparamos la primera base de bizcocho, cubriendo toda la superficie del recipiente que vamos a usar para el tiramusú. En la receta original se usa bizcochos tipo soletilla , pero nosotros preferimos usar sobaos pasiegos porque tienen mayor consistencia y al estar en la base pueden aguantar sin romperse.
Además de la tarta principal, vamos a preparar 4 vasos con raciones individuales. Para ello, tendremos que romper los sobaos pasiegos para adaptarlos, lo mejor posible, a las bases de los vasos.
3.- Añadimos un chorrito de ron miel que aporta ese punto alcohólico. No os paséis, que tiene que agradar, no emborrachar. Podéis usar otro licor, pero este es el que más nos gusta, ya que nos aporta un poco más de dulzor.
4.- Añadimos el café solo que habíamos preparado al principio. En nuestro caso equivale a 3 tazas.
5.- Como los sobaos están húmedos, son flexibles y homogeneizan la base de modo que parezca como un único bizcocho.
6.- Mientras se enfría, vamos a preparar la crema. Para ello, primero vamos a romper los huevos, separando la clara de las yemas, aunque podría hacerse todo junto. Si tienes batidora mejor, porque hay que levantar las claras “a punto nieve”.
7.- En otro bol, batimos las yemas y las mezclamos con el queso mascarpone, que es el original. Aunque hay marcas de queso cremosos que indican que también pueden usarse, nosotros no lo hemos intentado. Hay que batir la mezcla hasta que esté bien homogéneas,
8.- Cuando esté bien mezclado yemas y queso, incorporamos las claras batidas; Y después, poco a poco azúcar, para que no se quede excesivamente dulce, ni amargo. La crema ha de ser homogénea.
9.- La clara en punto nieve, hace que la crema en su interior guarde burbujas de aire, que quedan en la crema, quedando ligeramente esponjosa. Verteremos la mitad de la crema de queso sobre la base de sobaos.
10.- Cubrimos bien las bases con al menos 1 cm. de espesor. Además, de una forma homogénea, y nos preparamos para poner la segunda capa de bizcochos de solenilla.
11.- Con el café sobrante a empapamos estos bizcochos. Si no queda mucho café, añade algo de leche. No importa si no cubrimos completamente el bizcocho.
12.- Vertimos la crema de queso que nos queda rellenando de forma homogénea. Tras esto, lo dejamos enfriar unas cuantas horas en el frigorítico.
13.- Una vez frío, tan solo nos queda añadir el cacao en la parte superficial. Puedes tratar de hacer algún dibujo, o simplemente, como nosotros, dejar que cubra de una forma más o menos igual.
Propuesta de maridaje
Este dulce italiano es fácil de maridar con un licor dulce, como puede ser el típico licor de limoncello, típicamente italiano. Nosotros en muchas ocasiones lo hemos tomado así. No obstante, en esta ocasión encontramos un vino ligeramente dulce procedente de la región de Torino (Turín) que estaba muy bien. Se trata del vino Amarone de Valpocinella.
Y cómo no, con las raciones individuales, puedes disfrutar de un poquito en cada ocasión y siempre bien presentado.
Visteis qué fácil de preparar es un Tiramisù ¿Por qué no intentáis ahora hacerlo en casa y luego nos dejáis un comentarios con vuestra experiencia con esta receta de Tiramisú?
Excelente receta, un clasico que no debe faltar, saludos