Recientemente vimos que unos amigos del sur de Italia, compartían una receta tradicional de aquella zona; esto nos trajo recuerdos y nostalgias, por lo que decidimos preparar estas flores de calabacín rellenas de requesón; una combinación deliciosa para un postre muy meridional; pero sobre todo, original.
Origen de la receta
Especialmente en el sur de Italia, aunque no exclusivo, el uso gastronómico de flores es bastante más frecuentes que, por ejemplo en España. Existen muchas formas de prepararlas, aunque de nuestra vida en aquella zona, guardábamos un recuerdo que es el que os vamos a proponer.
Las flores más habituales que hemos visto usar para este tipo de elaboraciones es la flor de la calabaza, fiori di zuccha; si bien no es la única. Nosotros usaremos una muy similar, la flor del calabacín; fiori di zucchini. Ambas son bastante grandes, por lo que son ideales para esta elaboración, que es rellena.
¿Cómo se pudo dar esta receta? pues imaginamos que es el típico caso de hacer de la necesidad, virtud. Y con la escasez de alimentos se probó cómo preparar estas flores, que no dejan de ser parte de una verdura, hasta logar prepararlas de una forma exquisita.
Ingredientes para preparar fiori di zucchini ripieni di cagliata
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Cómo elaborar flores de calabacín rellenas de requesón
Antes de empezar, habéis visto, los ingredientes son bastante sencillos, y es que no tiene una gran complicación.
1.- Lo primero es lavar las flores de calabacín con abundante agua, pero con extremo cuidado, pues son muy delicadas. Estas flores tienen que estar frescas, y dado que no son sencillas de encontrar, lo normal es obtenerlas directamente de un huerto, por lo que podrían arrastrar algún insecto en su interior.
2.- Mientras se secan las flores, vamos a preparar una sencilla crema de requesón, o ricota, como le llaman en algunas partes. Para ello, vamos a separar las claras de las yemas de 2 huevos. A las yemas, añadiremos azúcar y las pondremos «al punto nieve».
3.- De una forma muy similar a como hacíamos la crema de queso del tiramisú, vamos a mezclar estas claras batidas con el queso requesón. Podéis ajustar el punto de dulzor añadiendo más azúcar. No aconsejamos pasarse, pues luego vamos a dar un toque de miel, que ya es dulce.
4.- Una vez afinada esa crema de queso, que tiene ser fluida, podemos rellenar el interior de las flores de calabacín, que ya estarán secas. Esta maniobra es complicada. Si se os da bien la manga pastelera, es una buena técnica para usar, ya que con una cucharita es lento y complicado. Y si tenéis mala suerte, hasta incluso se pueden llegar a romper las flores.
5.- En unos platos aparte, se pone harina y los huevos restantes; podéis añadir las yemas no usadas. Después de que rellenemos las flores, las vamos a preparar para rebozar, por lo que podéis poner en una sartén grande aceite de oliva a calentar.
6.- Vamos a freír las flores de calabacín, ya rellenas y envueltas en harina y huevo batido. Como las flores son tan delicadas, nosotros hemos usado una rejilla metálica, que hace como una freidora. De nuevo hay que tener mucho cuidado.
7.- tras sacarlas a un plato y dejarlas enfriar, vamos a calentar la miel al baño maría. La miel, que sea artesana, porque además de mucho más saludable, comprobaréis que está mucho más sabrosa; y por su puesto, huid de las mieles cuyo origen sea mezcla de diferentes orígenes, pues suelen ser siropes de azúcar con colorantes nada sanos. Simplemente hay que barnizar un par de veces la superficie de las flores de calabacín. Con esto queda ajustado el dulce del plato.
Propuesta de armonía
Sin duda este plato de flores de calabacín rellenas es un sabroso dulce no muy empalagoso, si no os habéis pasado con el azúcar. La verdad es que no sabemos qué mejor forma hay para definirlo, se armoniza con un vino espumoso dulce, o –dolce–, que diríamos en italiano.
En este caso, hemos podido usar un vino spumante dolce, de origen italiano; no es que este Fior d’arancio Colli Euganei sea el mejor del mundo, ya que es una segunda marca de una cantina prestigiosa italiana; pero, para esta ocasión fue magnífico. Igualmente podrías usar un vino dulce seco, o un cava dulce.
Y ya veis cómo se puede preparar un postre ideal y súper curioso como estas flores de calabacín rellenas de requesón. Es fácil y sencillo, y desde luego llama la atención.
¿Y vosotros? ¿Habías probado unas flores de calabacín rellenas? ¿Conocías esta forma de preparar dulces con flores? Contadnos vuestra experiencia con dulces como este. Seguro que son muy interesantes.